Salir de deudas realmente solo requiere una cosa: disciplina. Gastar menos que lo que ganas es una regla bastante simple, lo difícil es seguirla. Claramente el verdadero reto es controlar los gastos, que son precisamente los que más facilitan las tarjetas de crédito, que pueden ser una gran solución en determinados momentos, pero que requieren ser administradas con mucho cuidado.
Mi recomendación: controla tus gastos, utiliza las tarjetas solo para realizar desembolsos absolutamente necesarios y, de ser posible, no gastes, mejor invierte.