Suele haber una financiación máxima del 70% del precio de la vivienda, aunque ya está permitido hasta el 90%. Eso significa que necesitas aportar, como mínimo, el 10 % del valor total como cuota inicial.
Por ejemplo, si quisieras adquirir un apartamento que cuesta 200 millones de pesos tendrías que tener como cuota inicial 20 millones. El restante, que serían 180 millones, podría ser financiado por una entidad bancaria. 
Para entender mejor porqué un mayor ahorro (que será la cuota inicial que darás para tu casa) es lo ideal, veamos el siguiente comparativo con el mismo inmueble de 200 millones.
Lo haremos a un plazo de 15 años y con una tasa de interés de 10,15 %. Veamos entonces: